jueves, 15 de noviembre de 2012

en mi debilidad...


 “¿Quién podrá separamos del amor que Dios nos tiene?"
Rom 8,31-39
 
No sabemos dónde nos llevan estos tiempos de incertidumbre para la vi­da religiosa (y para la vida creyente en general) pero sí sabemos cómo y con Quién quisiéramos que nos llevasen: unidos en tomo a Jesús. Cuidándonos y animándonos mutuamente, soportándonos y perdonándonos (y también siendo perdonados que motivos no faltan). Unidos pero no replegados sobre nosotros mismos. Ahora que tenemos menos que perder o defender puede nacer en nosotros otra libertad. Unidos pero en tomo a Jesús y su causa, con la intuición de que es ahora cuando podemos vivir un poco más la minori­dad, es decir esa disponibilidad a no estorbar con nuestros protagonismos en la obra que Dios quiere hacer en nosotros y a través de nosotros en el mundo.
 

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