“¿Quién podrá separamos del amor que Dios
nos tiene?"
Rom 8,31-39
No sabemos dónde nos llevan estos tiempos
de incertidumbre para la vida religiosa (y para la vida creyente en general)
pero sí sabemos cómo y con Quién quisiéramos que nos llevasen:
unidos en tomo a Jesús. Cuidándonos y animándonos mutuamente, soportándonos y
perdonándonos (y también siendo perdonados que motivos no faltan). Unidos pero
no replegados sobre nosotros mismos. Ahora que tenemos menos que perder o
defender puede nacer en nosotros otra libertad. Unidos pero en tomo a Jesús y
su causa, con la intuición de que es ahora cuando podemos vivir un poco más la
minoridad, es decir esa disponibilidad a no estorbar con nuestros
protagonismos en la obra que Dios quiere hacer en nosotros y a través de
nosotros en el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario