PROYECTO
DE FRATERNIDAD DE INSERCIÓN
EN UNA REALIDAD URBANA DE POBLACIÓN
MAYORITARIAMENTE MUSULMANA
Mandato
20. Sin descuidar las actividades de
evangelización ordinaria, se le den preferencia a las nuevas iniciativas. Para
privilegiar la dimensión misionera y evangelizadora, con una atención
particular a los lugares de frontera y con nuevas formas de evangelización
itinerante y de Fraternidades “insertas”, el Definitorio general, con la
participación de las respectivas Conferencias, promuevan itinerarios formativos
típicamente franciscanos para frailes y laicos conjuntamente.
I. Posibilidad
y Conveniencia de una Presencia Franciscana Inserta en una Población
Mayoritariamente Musulmana en España
“El testimonio de vida o proclamación silenciosa del Reino de Dios es ya un
cierto comienzo y el primer modo de evangelización, que puede y debe ser
ofrecido por todos los hermanos, tanto clérigos como laicos, predicadores,
orantes, o “trabajadores”, jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, de suerte que,
al mismo tiempo que viven la vida minorítica, confiesan que son cristianos.
El testimonio de la palabra o proclamación explícita es otro modo de
evangelización, y lo efectúan quienes de palabra y por oficio anuncian el
nombre y la doctrina, la vida y la Promesa, el Reino y el misterio de Jesús de
Nazaret, el Hijo de Dios.” (CC.GG., artículo 89).
Desde
los datos que la realidad de nuestro entorno social y eclesial nos ofrece,
vemos como muy conveniente la planificación de una Fraternidad de Hermanos
Menores inserta en una población mayoritariamente musulmana dentro del territorio
de nuestra Provincia. A ello nos anima de forma muy particular:
+
La presencia de hermanos menores entre musulmanes desde los orígenes de nuestra
Fraternidad según el espíritu del Capítulo XVI de la Regla no Bulada.
+
La búsqueda de formas de concreción de la Nueva Evangelización que la Iglesia y la Orden están realizando y a lo que el
próximo Sínodo se dedicará.
+
La presencia y el trabajo por el diálogo y el encuentro con el Islam de los Hermanos
Menores en la Custodia de Marruecos y en Tierra Santa, el trabajo realizado por
las fraternidades de Marsella, Sicilia o Amsterdan, así como también el de
otros institutos dentro de la Familia Franciscana, por ejemplo, las
Franciscanas Misioneras de María en Marruecos, en la preparación o disuasión
del paso a la Península para mujeres del Magreb y en la atención a sus hijos
menores.
+
Lo superable de algunas dificultades del diálogo con los musulmanes.
+
Datos sociológicos.
“La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al
único Dios, misericordioso y todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra,
que habló a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda
el alma como se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con
complacencia. Veneran a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios;
honran a María, su Madre virginal, y a veces también la invocan devotamente.
Esperan, además, el día del juicio, cuando Dios remunerará a todos los hombres
resucitados. Por ello, aprecian además el día del juicio, cuando Dios
remunerará a todos los hombres resucitados. Por tanto, aprecian la vida moral,
y honran a Dios sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno.
Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas
desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio
exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren y promuevan unidos la
justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los
hombres”. (Nostra Aetate, 3.
Declaración del Concilio Vaticano II sobre la relación de la Iglesia con las
religiones no cristianas).
III.- Propuesta: Barrio de Lavapiés (Madrid). Su Realidad Sociológica
Mandato
13. “El Capítulo general le pide al Ministro
general con su Definitorio a los Ministros provinciales con sus Definitorios,
que promuevan una misión evangelizadora claramente franciscana, subrayando de
manera particular que:
•
sea sostenida por una fuerte experiencia de Dios;
• se
realice en fraternidad y con el testimonio de la vida fraterna;
•
tenga el carácter de inter gentes, de itinerancia, de presencia en
zonas desconocidas, difíciles, de riesgo y de cercanía a los más pobres, a los
que más sufren, a los excluidos;
• se
abra a la participación activa de los laicos y de la Familia Franciscana;
• se
constituya, en donde sea posible, una Fraternidad que responda a las exigencias
de una nueva evangelización, en comunión con la Iglesia local.”
El barrio de Lavapiés (C.P. 28012), ubicado en el
Distrito Centro de la ciudad, tiene su origen en un barrio judío. Ocupa una zona muy popular donde
encuentran acogida colectivos diversos y asociaciones múltiples. Lavapiés,
junto con Tetuán y las cercanías de la mezquita de la M-30, es uno de los
barrios con mayor presencia. El
barrio de Lavapiés lo conforma una población de 39.985 habitantes, lo que
supone el 28,1% de los ciudadanos residentes en el Distrito Centro.
Nuestra
presencia entre colectivos de inmigrantes es un requerimiento de la realidad
actual europea que se nos dirige desde el Proyecto
Europa elaborado por la UFME (Lisboa, 22 de octubre de 2011; ver nº 8 del documento
conclusivo) y Lavapiés ofrece el entorno con la población más cosmopolita de Madrid,
ya que conviven en él más de 80 nacionalidades y más de la mitad de los
habitantes no son de origen español. El
porcentaje de extranjeros en la zona duplica al de la Capital (32,53% frente al
16,90%), por lo cual el Ramadán y la celebración del Año Nuevo Chino tienen en
Lavapiés tanta resonancia como la Navidad.
De las nacionalidades identificadas, la población de
origen ecuatoriano es la más numerosa. El 14% de los ciudadanos son de esta
nacionalidad seguidos de los ciudadanos marroquíes, que integran el 7,8% de los
ciudadanos extranjeros.
La población musulmana total, que se concentra en
apenas un puñado de calles, ronda el 20%, siendo Marruecos y Egipto los países
de origen de la mayor parte de un colectivo al que se suman senegaleses, bangladesíes,
paquistaníes, argelinos e indios.
El
barrio de Lavapiés pertenece a la Vicaría V (sur) de la Archidiócesis de
Madrid, y cuenta con seis parroquias en activo y la presencia de comunidades
evangélicas y pentecostales.
IV. Perfil del Proyecto de Vida y Misión de la
Fraternidad de Inserción en el Barrio de Lavapiés (Madrid)
i. PROPÓSITO DE ESTE
PROYECTO Y FASES EN LAS QUE SE HABRÍA DE DESARROLLAR
“Los hermanos, seguidores
de San Francisco, están obligados a llevar una vida radicalmente evangélica, es
decir: en espíritu de oración y devoción y en comunión fraterna; a dar
testimonio de penitencia y minoridad; y, abrazando en la caridad a todos los
hombres, a anunciar el Evangelio al mundo entero, a predicar con las obras la
reconciliación, la paz y la justicia y a mostrar un sentido de respeto hacia la
creación.” (CC.GG. artículo
1 §2).
La convivencia en el recíproco conocimiento y estima con los vecinos
musulmanes será el horizonte próximo
que esta Fraternidad perseguirá. Esto supondrá por parte de los hermanos una
preparación y una formación permanente a propósito que posibilitará una cierta
y, deseablemente, progresiva aceptación por parte de la población musulmana. En
esta misma línea, sería necesario desarrollar una acción social en beneficio de
dichos vecinos que testimoniara la fraternidad y la minoridad que la Caridad
imprime a la acción evangelizadora de los Hermanos Menores. Clases de español
para inmigrantes, acciones de Trabajo Social, asesoramiento jurídico, etc.,
serán formas de hacer fecundo el amor fraterno que hemos de extender hacia
nuestros vecinos desde nuestra propia comunión fraterna.
Será deseable que las acciones sociales tengan como beneficiario a
cualquier tipo de inmigrante. La experiencia en proyectos “tipo Caritas”
muestran cómo esto mejora la convivencia y la socialización de los distintos
colectivos desde el conocimiento de la múltiple diversidad del entorno que los
acoge a todos.
Una
muy interesante línea de trabajo a estudiar sería la colaboración con la
comunidad femenina intercongregacional “Inter Lavapiés”, formada por Pepa Torres, Apostólica del Corazón de Jesús, Maite
Zabalza, Dominica y Marlén Martínez-Otero, Ursulina.
Estas
religiosas están directamente implicadas en acciones sociales como apoyo legal
y asesoría u otras más concretas como el Proyecto “Bizcocho anticrisis” que está permitiendo a mujeres en situación
laboral y económica precaria alcanzar una cierta autonomía económica para
afrontar la crisis. Las religiosas de “Inter Lavapiés” también trabajan en
asociaciones vecinales como “La Red Ferrocarril Clandestino”, “Red de
apoyo mutuo contra la precariedad y las fronteras”, “La Asociación Sin Papeles”
y “Territorio Doméstico”.
En un
segundo momento, este Proyecto mira al conocimiento y la difusión del rostro
más tolerante y cercano del Islam entre los cristianos que se reúnen en las 38
parroquias del Distrito Centro de Madrid así como en otros foros que se
disciernan como adecuados y accesibles incluso, como horizonte remoto, mirando a los mismos musulmanes como receptores
de esta difusión como sería el caso de colegios con alumnado musulmán. Esto
supondría una importante aportación para la convivencia entre menores de
diversos credos así como pondría ante los alumnos seguidores del Islam el
rostro más dinámico y espiritual de su fe.
ii. PLANTEAMIENTO DE LA EJECUCIÓN DEL PROYECTO
FASE 0. Durante el tiempo en que se disponga
todo lo necesario para el comienzo de la vida de esta Fraternidad y durante los
primeros meses de vida en común, los hermanos se dedicarán al conocimiento de
la doctrina y la historia del Islam, de sus distintas vertientes –sunitas y
chiitas-, del significado y expansión del sufismo y de su contrario radical –el
wahabismo- en el Islam, de los lugares
comunes con el cristianismo, etc. Igualmente se habrá de realizar un
estudio del árabe, al menos proficiente, y suficiente del francés. Con esto se
propiciará que los hermanos encuentren en la comunicación doméstica y vecinal un medio de acercamiento y no un
obstáculo para la relación.
Durante
esta fase, los hermanos se reunirán para el retiro mensual, para redactar el proyecto de vida y misión de su
Fraternidad así como para las celebraciones y encuentros que se presenten
como propicios para ir tejiendo vínculos de fraterna comunión entre ellos. Si
los hermanos lo consideran oportuno, durante esta fase uno de ellos vivirá
durante un mes en la Fraternidad de Marsella, donde tratará de conocer todo lo
relativo a la vida y el trabajo de aquellos hermanos en un entorno semejante al
que mira y se dirige este Proyecto.
FASE 1. Ya en marcha la nueva Fraternidad,
los hermanos adaptarán todo lo dispuesto por ellos en su Proyecto de Vida y
Misión desde lo que la realidad de la vida y el discernimiento comunitario
muestre como necesario. Esta fase comprenderá la convivencia fraterna con los
vecinos del Barrio y toda la serie de acciones recogidas en el Proyecto de la
Fraternidad, contemplándose en estas páginas sugerencias varias. A considerar
por la Fraternidad queda la posibilidad de colaboración con la comunidad
intercongregacional “Inter Lavapiés” y con las Franciscanas Misioneras de
María, dada su labor en Marruecos con mujeres y menores en tránsito hacia España.
FASE 2. Según el devenir de la vida y los
acontecimientos lo vayan permitiendo, los hermanos difundirán su conocimiento y
experiencia del Islam y de la convivencia con la población musulmana con la que
en todo momento se esforzarán en entablar relaciones amables y fraternas según
el espíritu y el ejemplo de San Francisco de Asís, que supo encontrar puentes
para el diálogo con aquél a quien la cristiandad del tiempo consideraba un
enemigo a derrocar.
Acompañamiento
de grupos parroquiales, charlas, retiros, conferencias, mesas redondas con
autoridades musulmanas, etc., pueden ser algunos de los medios para hacer
realidad lo perseguido desde el inicio como el horizonte remoto de esta
Fraternidad.
En todo
momento de la preparación y ejecución del proyecto de vida y misión de esta
Fraternidad sería muy conveniente establecer vínculos fraternos de colaboración
con hermanos de la OFS y simpatizantes de San Francisco versados en derecho,
acompañamiento psicológico a menores y labores de Trabajo Social o semejantes,
para ofrecer así un mejor servicio presentando el rostro plural de la Familia
Franciscana.
iii. NÚMERO DE HERMANOS
y VIVIENDA DE LA
FRATERNIDAD
Este
proyecto de vida franciscana puede ser encarnado por una
Fraternidad de tres o cuatro hermanos. En
pos de una vida itinerante, en minoridad y sencillez, y con una fuerte
colaboración con otras fraternidades de la Comunidad de Madrid, esta
Fraternidad bien podría ser una casa filial dependiente de alguna de aquellas.
Dado que, en la zona donde se concentra la población musulmana en el
barrio de Lavapiés las viviendas son de unas dimensiones de no más de 60 m2
de media, se habría de adquirir una vivienda algo mayor de lo común para
que cada hermano pudiera disponer de un espacio personal para el descanso y la
oración.
En
esta línea, la vivienda se adquiriría en régimen de alquiler como signo de
pobreza y minoridad así como de itinerancia. Una vivienda en propiedad
distanciaría a la Fraternidad de la mayoría de sus vecinos, lo cual
dificultaría el objetivo y la misión que persigue el Proyecto.
Queda
para una consideración ulterior dar a este Proyecto un carácter interprovincial y/o interfranciscano, al integrarse en la preparación del Proyecto de
Vida y Misión y en su puesta en marcha hermanos menores de otras Provincias o
hermanos menores conventuales, capuchinos o de la Tercera Orden Regular.
iv. VIDA DE ORACIÓN Y
DE PENITENCIA
Se
rezarán comunitariamente las horas litúrgicas de Laudes y Vísperas, adaptándose
el horario del rezo de la Fraternidad en función de los trabajos de los
hermanos con vistas a la salvaguarda de este importante valor.
Se
celebrará comunitariamente la Eucaristía dos días a la semana. El Domingo se
celebrará la Eucaristía en la Parroquia más cercana, referencia de la Iglesia
local para la Fraternidad en la cual los hermanos expresarán su pertenencia a
la Iglesia universal y en la cual se prestarán para las formas de colaboración
que comunitariamente se disciernan oportunas, por ejemplo, el trabajo pastoral y
“de Caritas” con la tan numerosa comunidad ecuatoriana.
Un
domingo al mes, los hermanos se desplazarán al templo conventual de la Fraternidad
de la cual la suya es filial para compartir con aquellos hermanos la eucaristía,
la común vocación y el tiempo que sea posible durante dicha jornada. Se animará
a los hermanos a participar en los retiros de zona y en aquellas celebraciones
que estrechen los vínculos con los hermanos de otras fraternidades.
Se animará
a todos los hermanos a no descuidar la oración personal, el rezo individual del
resto de las horas litúrgicas y la celebración diaria de la Eucaristía, así
como la celebración mensual de un día de retiro –personal o de zona- y los
Ejercicios Espirituales anuales que prescribe nuestra legislación.
El
espíritu de penitencia tendrá un lugar central en los capítulos locales en los
que se discierna y se evalúe la vida y los trabajos de los hermanos. Esto se
habrá de concretar en la actitud de disponibilidad y obediencia de cada uno a
acoger lo que Dios muestre a la Fraternidad como más acorde con su Voluntad.
La
sobriedad solidaria en el uso y consumo de los bienes será una importante forma
de manifestar la identidad creyente y franciscana de los hermanos de esta
Fraternidad. Dado el nivel del transporte público de la ciudad de Madrid, el
estilo de minoridad y austeridad con el que este Proyecto se pretende y los
ingresos de los que la Fraternidad podrá disponer, se habrá de discernir
comunitariamente la conveniencia de prescindir de un vehículo particular. A
dicho discernimiento comunitario se habrá de someter igualmente la dotación de
las diversas dependencias de la vivienda de la Fraternidad.
v. VIDA DE FRATERNIDAD.
LA COMUNIÓN FRATERNA
Para
cuidar con extrema delicadeza este aspecto de nuestra vida y misión, los
hermanos harán todo cuanto esté en su mano por respetar todos los encuentros
comunitarios, entregando en ellos lo mejor de sí mismos.
Durante
las comidas, en la celebración de la Eucaristía en fraternidad y para la
Fraternidad, en los capítulos locales, en los domingos, retiros y celebraciones
compartidos con otros hermanos, etc., disfruten los hermanos y procuren hacer
disfrutar a los demás del don de la unidad en la comunión fraterna y en las obras
de amor y servicialidad que la manifiestan y acrecen.
vi. DISCERNIMIENTO
COMUNITARIO Y CAPÍTULO LOCAL
La
celebración mensual del Capítulo Local será, antes y más que una forma de
programación de las actividades a realizar, el lugar donde los hermanos busquen
juntos la voluntad de Dios en el discernimiento y la evaluación de todo cuanto
forme parte de la vida de la Fraternidad. La actitud de respeto y obediencia a
lo decidido comunitariamente, en humildad y fraterna minoridad, será la clave
bajo la cual cada hermano sostendrá la vida y la misión de toda la Fraternidad
mientras se realiza en lo más radical y auténtico de nuestra vocación común.
vii. TRABAJO y SOSTENIMIENTO ECONÓMICO DE LOS HERMANOS
La
concreción de esta dimensión tan importante del Proyecto dependerá del perfil
de los hermanos que apunten a integrarse en esta Fraternidad. La escasa
preparación para el trabajo civil y la falta de experiencia laboral de muchos
de nosotros son dificultades que sumar a la crisis del mercado laboral y el
alto índice de desempleo de Lavapiés. Todo ello dificulta notablemente la
concreción de lo relativo a este punto, por lo que aquí apuntaremos tan solo algunas
opciones posibles:
è Trabajo pastoral y/o como profesor en
un colegio religioso del Distrito Centro o de otro distrito de la ciudad.
è Trabajo como vicario parroquial o
semejante en una de las parroquias que la nueva entidad regentará en la
Comunidad de Madrid. Si la Fraternidad de la que ésta es filial regentara una
Parroquia, que uno de los hermanos fuera en ella vicario parroquial estrecharía
los lazos entre las comunidades y daría a la filial una patente e interesante connotación de envío.
è Retiros y ejercicios espirituales. Peregrinaciones
a Tierra Santa.
è Si alguno de los hermanos se
encuentra en edad de jubilación su trabajo sería más flexible y desinteresado,
colaborando significativamente al sostenimiento económico de la Fraternidad
con el importe de su pensión.
è Si se asegura un nivel de ingresos suficiente,
al menos uno de los hermanos se introduciría en el mercado laboral por los
cauces ordinarios, compartiendo así toda la Fraternidad algo más de las
angustias y dificultades de las gentes.
viii. Colaboración con
la Iglesia local
“Participen todos los hermanos en
la tarea evangelizadora de la Iglesia entera y, a ejemplo de San Francisco, que
“había convertido en lengua todo su cuerpo”, estén dispuestos a recibir la
inspiración del Señor; y, dondequiera que fueren llamados y enviados, edifiquen
de palabra y de obra a todas las gentes con la pureza de su vida entera.” (CC.GG., artículo 83).
Nuestra
identidad de menores también nos pone al servicio con los sacerdotes y
parroquias de la Iglesia Local. En función del programa de trabajos y
compromisos con que la Fraternidad trate de vivir su Proyecto e irradiar su
identidad franciscana, los hermanos se prestarán a las actividades en las que puedan
ser de utilidad a dichos sacerdotes y a las comunidades de fieles cristianos
encomendadas a ellos, muy particularmente en lo relativo a la atención de los
inmigrantes católicos. En esta colaboración ha de tener espacio todo lo
relativo al objetivo de conocer y dar a conocer el Islam para propiciar una
mejor y más fraterna convivencia con sus fieles.
(ESTO NO ES MUY INTERESANTE PERO APOYA EL PROYECTO)
ResponderEliminarII.ESTUDIO DEMOGRÁFICO (resumen): PERSPECTIVAS
La población musulmana en España aumentará en torno a un 82% hasta 2030, es decir, los seguidores del islam, que representan hoy un 2.12% de la población (1.410.000 personas), pasarán a ser el 3,85% (2.566.200 personas) dentro de dos décadas, según las proyecciones que el estadounidense Pew Forum de Religión y Vida Pública. Los autores del estudio explican que han contabilizado como musulmán a todo el que se define como tal, al margen de si practican su fe o no.
La población islámica crece al doble de la velocidad del resto del mundo. El aumento de los musulmanes se ralentiza porque su tasa de natalidad disminuye. A pesar de esto, dentro de dos décadas la umma (la comunidad de creyentes del Islam) será más de un 25% de la población mundial (2.200 millones, el 26,4%).
El estudio vincula el descenso de la natalidad en este colectivo con la mayor educación de las mujeres, los mejores niveles de vida y la migración del campo a la ciudad. De cinco hijos de media, cuando la escolarización de la mujer se prolonga y sus posibilidades de trabajar aumentan tienen 2,3 hijos, lo cual es muy interesante de considerar ya que, como quedó dicho, la población musulmana en nuestro país crecerá en mayor medida por el número de mujeres que de varones en las próximas dos décadas.
Respecto a la práctica del culto islámico, de entre las cinco escuelas reconocidas universalmente, los ritos malekí y hanafí (suníes) son los más numerosos en España, seguidos del chafeí y del hanbalí, también sunitas, y del yafarí (chií). De todas ellas se distinguen algunas pequeñas y apreciadas cofradías sufíes.
Desde finales de los años 60 otros ciudadanos españoles naturales comienzan a buscar entre diversas convicciones su realización personal, produciéndose así un cierto goteo de españoles que abrazan el Islam (más de 33.000). La cifra más actualizada del total de musulmanes españoles hoy es de más de 425.000 y, como dijimos antes, la población musulmana aumentará un 82% en España hasta 2030.
Focos de extremismo. La identificación entre Islam y violencia es otro de los tópicos (no sin ciertas dosis de realidad) con los que se encuentran los seguidores de Alá en nuestro país. El presidente de Ucide, el sirio Riay Tatary, observa que “existen algunos focos extremistas que nos inquietan, pero no basamos nuestra labor en ellos porque son aislados. No hay motivo para el alarmismo”. Uno de los principales debates entre Gobierno y responsables islámicos se encuentra en la formación y el control de los imanes.
A tener en cuenta es el gran crecimiento del wahabismo (los salafistas) entre los musulmanes que viven en Europa, particularmente esto sucede en Francia, por el impulso ideológico y económico que está recibiendo desde conocidos países del Oriente próximo.
Grados de integración. Aunque una gran mayoría son inmigrantes de primera o segunda generación ya son más de 150.000 los que han nacido en España. La integración de los musulmanes es muy elevada si bien, dado el elemento cultural que comporta la identidad islámica, por la dificultad para encontrar alimentos que se adecúen a su tradición religiosa y cultural y ante el rechazo social al uso del hiyab y otros atavíos islámicos menos frecuentes en España como el niqab o el burka, son numerosos los núcleos urbanos en los que los musulmanes se concentran para conservar sus signos de identidad y sus costumbres. Esto causa un aislamiento que no favorece la progresión de la integración y la convivencia desde la tolerancia y el recíproco conocimiento y estima ante otros creyentes, particularmente ante la mayoritaria población española de fe cristiana o, al menos, de una cierta cultura católica.
Todas estas cifras tienen su reflejo en los colegios e institutos, donde el alumnado musulmán crece en número año tras año, incluso en colegios católicos concertados. Por su número de alumnos musulmanes, destacan Barcelona (43.946), Madrid (28.952) y Murcia (27.668).