Ha llegado a mis manos un boceto de lo que quiere ser una nueva fraternidad contemplativa. ¡Que alegría ver a hermanos que se sejan interpelar por los signos de los tiempos y con inquietud y disponibilidad ponen su vida al servicio de nuevos proyectos!. Gracias hermano Emilio y tantos otros que en su corazón viven con ilusión el hoy que nos ha tocado vivir. A continuación dejo el texto completo:
BOCETO
DE PROYECTO PARA UNA FRATERNIDAD CONTEMPLATIVA
EN
EL TERRITORIO DE LA NUEVA PROVINCIA OFM
§1 Todos y cada uno de los hermanos deben
procurar con sumo cariño encontrar eremitorios, lugares de retiro o de soledad,
como testimonio de la vida contemplativa vigente en nuestra Orden.
§2 Los Ministros concedan obediencia con la
bendición del Señor a los hermanos que, sintiéndose llamados a vivir por más o
menos tiempo esta vida, razonablemente lo soliciten.
§3 La vida de los hermanos en estos lugares
podrá regirse bien sea por aquella sencilla Regla que para los eremitorios
compuso el mismo Seráfico Padre. Acomodándola a las peculiares condiciones, o
bien por normas dictadas conforme a los Estatutos.
CC.GG.
31
§1 Pongan empeño los Ministros en que en el
territorio de sus propias Provincias o en el de las Conferencias de Ministros
provinciales se erija al menos un eremitorio o casa de oración.
§2 Los hermanos que morar en estos lugares
procuren acoger de buen grado, sin detrimento de su propio recogimiento, a los
grupos de fieles para iniciarlos en la oración franciscana.
EE.GG.
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En el contexto del
Proceso de Revitalización y Reestructuración en el que está inmersa la Orden de
los Hermanos Menores en España y Portugal, del que surgirá en 2015 una nueva Provincia
que acoja a las de Bética, Cartagena, Cataluña, Castilla, Granada, Valencia, y
la Custodia de San Francisco Solano, este proyecto de fraternidad contemplativa
(eremitorio) surge como respuesta a lo que solicita nuestra legislación en las
CC.GG y en los EE.GG., que no es sino un modo de concretar jurídicamente una de
las Prioridades que la Orden reconoce como constitutiva de los fundamentos de
nuestra espiritualidad[1].
I.
NO
APAGAR EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Siguiendo
las huellas de San Francisco. “hecho todo él no ya sólo orante sino oración”,
los hermanos, removido todo impedimento y pospuesta toda preocupación e
inquietud, sirvan, amen, honren y adoren al Señor Dios con corazón limpio y
mente pura, “porque conviene orar siempre y no desanimarse”, pues “tales son
los adoradores que el Padre busca”.
CC.GG.
20 §2
1.-
Liturgia de las Horas.
Se
celebrarán comunitariamente todas las Horas (sólo una Hora Intermedia), como
expresión de la consagración a Dios del tiempo en alabanza, reconocimiento e
intercesión (cf. 2R 3; REr; CC.GG 23
§1).
2.-
Oración personal.
Se
dedicarán, al menos, dos horas diarias a la oración personal, para profundizar
en la Palabra de Dios y en la presencia eucarística del Señor (cf. Adm 1; CtaO
12-13; CC.GG. 21. 22. 24). La oración personal no estará unida a un lugar
concreto, cada hermano la realizará en el lugar que considere más oportuno. En
el tiempo de la oración personal vespertina de jueves y domingos se tendrá un
tiempo de adoración al Santísimo Sacramento.
3.- celebración de la Eucaristía.
Como
verdadero centro de la comunión fraterna, se celebrará cotidianamente en
fraternidad el sacramento del Eucaristía (cf. CtaO 30-33; CC.GG 21 §2). La
celebración eucarística irá unida al rezo de la Hora litúrgica correspondiente
al momento de la jornada en que se desarrolle.
4.- Lectura orante de la Palabra de
Dios.
Entroncando
con la Tradición de la Iglesia y con la de nuestra Orden, que en los últimos
años nos invita especialmente a ello (cf. la Carta del Ministro general Fr.
José R. Carballo, Mendicantes de sentido,
de la mano de la Palabra, Roma 2008) y el subsidio La lectura orante de la Palabra en la vida franciscana), en la
Fraternidad se realizará semanalmente en común la lectio divina o lectura
orante de la Palabra de Dios, reconociendo esta forma de oración personal y
comunitaria como un medio especialmente adecuado para favorecer y acrecentar la
dimensión contemplativa de nuestra vida.
5.- Retiro espiritual.
Un
día al mes se dedicará comunitariamente al retiro espiritual, vivido como
tiempo de desierto en el que profundizar, en soledad y silencio, la vivencia
contemplativa de escucha, alabanza y adoración que se celebra cotidianamente en
la Fraternidad. Comenzará después de la oración litúrgica de la mañana y
concluirá después de la oración vespertina. Sólo la cena se realizará en común.
6.- Penitencia y reconciliación.
Dentro
del estilo de minoridad y sencillez, característico de la vida franciscana, se
vivirá en la Fraternidad una práctica penitencial que sea a la vez estímulo y
expresión de la conversión al Señor. Los hermanos se esforzarán por vivir hacia
dentro de la Fraternidad y compartir fuera de la misma el ministerio de la paz,
la misericordia y la reconciliación (cf. Test 1; 1Cel 42, 103; CC.GG. 32-34).
Los
viernes del tiempo cuaresmal se observará el ayuno, haciendo una sola comida –a
mediodía- en silencio. Se verá el modo de dedicar una cantidad significativa de
los ingresos de la Fraternidad para ayudar a los necesitados.
7.- Silencio.
Durante
todo el día, excepto en las comidas y un tiempo oportuno de sobremesa, se
observará un clima de silencio (en las palabras, en los ruidos innecesarios, en
el modo de moverse y trabajar…), que favorezca un ambiente de continua escucha
del Señor y contribuya a dar profundidad y a enmarcar los momentos de oración personal y
comunitaria (REr 3).
8.- Lectura franciscana.
Diariamente
(antes de Completas o en otro momento oportuno) se tendrá un lectura de las
Fuentes Franciscanas, privilegiando los Escritos de San Francisco y santa
Clara.
II.
TODOS
VOSOTROS SOIS HERMANOS
Como
hijos del Padre celestial y hermanos de Jesucristo en el Espíritu Santo, los
hermanos, siguiendo la forma evangélica revelada por el Señor a S. Francisco,
viven vida fraterna en común y se aman y cuidan recíprocamente con mayor
diligencia que una madre ama y cuida a su hijo carnal.
CC.GG. 38
Dondequiera
que estén y se encuentren unos con otros los Hermanos, condúzcanse con
familiaridad entre sí. Y exponga confiadamente el uno al otro su necesidad,
porque si la madre nutre y quiere a su hijo carnal, ¿cuánto más amorosamente
debe cada uno querer y nutrir a hermano espiritual?
2R 6, 7-8
1.-
La comunión fraterna
La
comunión fraterna es un núcleo fundamental e irrenunciable de nuestra forma de
vida evangélica, y es un medio particularmente apto para testimoniar el carisma
franciscano en un eremitorio. La vida fraterna en comunidad es lugar
privilegiado de encuentro con Dios, familiaridad amistosa y mutua caridad entre
los Hermanos (cf. CC.GG. 38-42).
2.- Capítulo local.
Para
animar, revisar y progresar en la vida fraterna en comunidad según la describen
las CC.GG. 38-54, los Hermanos se reunirán mensualmente para celebrar el
Capítulo local, medio éste muy apropiado para favorecer la renovación y caminar
en espíritu de formación permanente.
3.- Fe y vida compartida
Es
aspiración de los Hermanos de la fraternidad vivir unas relaciones
interpersonales basadas en la sencillez de trato, en la confianza y en la
transparencia mutuas como expresión de la “máxima familiaridad de espíritu” a
la que nos invitan tanto san Francisco (cf. 2R 10,5) como las Constituciones
Generales (cf. CC.GG. 39). Para ello se buscará efectivamente evitar todo tipo
de recelo, prejuicios, acepción de personas, envidias y sospechas entre los
Hermanos, procurando alegrarse en todo momento y de forma sincera por “los
felices resultados del trabajo de los demás” (CC.GG. 42 §2).
En
la vida de la Fraternidad se dará especial importancia a todo aquello que
favorezca compartir la fe poniendo en común el principal bien que ha convocado
a los Hermanos: Dios, viviendo en comunión agradecida cuanto el Señor dice y
hace en ellos (cf. Adm 2. 8. 20). Para esto se buscará poner en común la
vivencia personal de la fe, la profundización en la Palabra de Dios y la
preparación comunitaria de la liturgia dominical.
4.- Corresponsabilidad doméstica
Todos
los trabajos domésticos: cocina, lavandería, limpieza de la casa y de su
entorno, hospedería, compra, jardín… serán realizados solidariamente por los
Hermanos de la Fraternidad (cf. CC.GG. 80 §1).
5.- Hospitalidad y acogida
Se
cuidará la acogida y hospitalidad franciscanas de cuantos se acerquen a la
Fraternidad tanto de visita como con intención de compartir unos días la vida
de los Hermanos (cf. CC.GG. 51-52).
La
Fraternidad estará abierta para acoger a cuantos deseen pasar un tiempo de
retiro; el Proyecto de vida de la Fraternidad fijará las modalidades concretas
de esta acogida de modo que su estancia entre los Hermanos y el acompañamiento
fraterno que se les dispense no vaya en detrimento del ritmo de vida contemplativo-franciscana
que es la razón de ser de esta Fraternidad.
III.
TENER
EL ESPÍRITU DEL SEÑOR Y SU SANTA OPERACIÓN
La
formación permanente ha de fundamentarse en la espiritualidad franciscana, ha
de tener siempre en cuanta la dimensión integral del hermano menor y ha de ser
apta para promover su desarrollo personal, espiritual, doctrinal, profesional y
ministerial.
CC.GG. 136
Aquellos
hermanos a los que el Seños ha dado la gracia de trabajar, trabajen fiel y
devotamente, de modo que, desechando “la
ociosidad enemiga del alma”, no apaguen el espíritu de la santa oración y
devoción, al que las demás cosas temporales deben servir
2R 5.1-2
1.-
Formación Permanente
Toda
la vida de los Hermanos Menores ha de ser comprendida en clave de formación permanente;
supuesto esto, hay algunas mediaciones que destacamos a continuación.
Además
del estudio personal, los Hermanos seguirán el Plan de Formación Permanente
propuesto por el Gobierno de la Provincia a través del correspondiente Equipo;
a ello se dedicará una tarde al mes; otra tarde estará dedicada a la reflexión
y profundización en común de las Fuentes
Franciscanas, las Constituciones generales, documentos del Magisterio de la
Iglesia o de la Orden…
Previo
un discernimiento en cada caso, se favorecerá la participación de los hermanos
en cursos sobre teología, liturgia, espiritualidad, vida religiosa…
2.- Libros y revistas
La
Fraternidad contará con una biblioteca común adecuada a las necesidades de los
Hermanos, que se actualizará con obras de consulta, de interés general y de
utilidad para los fines de esta Fraternidad. Se cuidará la suscripción revistas
de información y formación teológica, litúrgica, espiritual, franciscana…
3.- Medios de comunicación social
Habrá
discreción en el uso de los medios de comunicación social (cf. CC.GG. 28 §2).
Como signo de la dimensión contemplativa de la vocación franciscana, que esta
Fraternidad intenta vivir y resaltar, se excluye el uso de la televisión.
IV.
PARA
ESTO OS ENVIÓ DIOS AL MUNDO ENTERO
Dondequiera
que se hallen los hermanos y cualquiera que sea la actividad que realicen,
dedíquense a la tarea de la evangelización: bien sea en la vida contemplativa y
penitente, y por los diversos trabajos realizados al servicio de la misma; bien
sea en la sociedad humana…, anunciando el advenimiento del reino de Dios con el
testimonio de la simple presencia franciscana.
CC.GG. 84
Para
esto os ha enviado dios al mundo entero. Para que de palabra y de obra deis
testimonio de su voz y hagáis saber a todos que no hay otro omnipotente sino
Él.
2R 5.1-2
Una fraternidad franciscana
en la que se prima la dimensión contemplativa de nuestra vocación es un modo
eficaz de evangelización, una manera de vivir la misión de anunciar la Buena
Noticia confiada a la Orden, que entronca con lo más genuino de nuestra
tradición. Atendiendo a esta perspectiva, la sola presencia de una Fraternidad
contemplativa comporta ya una dedicación a la evangelización (cf. CC.GG. 84.
91)
1.- Ministerio de la Palabra
El
ministerio de la Palabra será un cauce explícito de evangelización para los
Hermanos de esta Fraternidad: retiros y ejercicios espirituales, predicación
popular…
2.- Los frutos del estudio
Esta
forma de vivir el carisma franciscano favorece que los Hermanos puedan dedicar
un tiempo consistente al estudio, que podrá ser cultivado también con vistas a
publicación de libros o artículos, cursillos, docencia en cursos de formación
permanente o en otros foros (pero no de forma constante, al estilo de
profesores en Centros de enseñanza).
Los
campos en que verter el fruto del estudio personal han de estar en sintonía con
el carácter contemplativo de esta Fraternidad: espiritualidad, liturgia, vida
religiosa, franciscanismo, biblia…
3.- Acompañamiento espiritual
Entroncando
con la tradición de la Orden, los Hermanos de esta Fraternidad se dedicarán de
buen grado al ministerio del acompañamiento espiritual de laicos (especialmente
jóvenes), sacerdotes, religiosos y religiosas, considerándolo una prioridad en
el proyecto comunitario de vida y misión.
4.-
Colaboración con la Iglesia local
Guardando
fielmente el proyecto de vida franciscana contemplativa, propio de esta
Fraternidad, los Hermanos estarán dispuestos a colaborar ocasionalmente con la
Iglesia local, especialmente en el área sacramental y formativo-catequética con
jóvenes y adultos.
5.- Otros trabajos
Dentro
del proyecto de vida de esta Fraternidad tienen cabida trabajos de carácter
artístico y otros no vinculados directamente con el ministerio sacerdotal o el estudio
de las ciencias sagradas. Estos trabajos se desarrollarán preferiblemente
dentro del recinto donde moran los Hermanos.
6.- Discernimiento de actividades
En
la tradición franciscana, el eremitorio no tiene las características propias de
la vida monástica, pero sí posee un marcado talante contemplativo; para
garantizarlo, el proyecto comunitario de vida y misión deberá concretar los
medios que permitan salvaguardar a los Hermanos de dispersiones inútiles, que
vayan en detrimento del “espíritu de oración y devoción, como se contiene en la
Regla” (CtaAnt 2; cf. 2R 5).
Será
competencia del Capítulo local precisar la modalidad y frecuencia de los
trabajos y salidas de los Hermanos, así como la acogida de personas
individuales y grupos dentro de la Fraternidad o en la zona de acogida, si la
hubiere; de este modo se garantizarán unos niveles suficientes de estabilidad y
de calidad en las relaciones fraternas.
Presuponiendo
que esta Fraternidad esté formada por al menos cuatro hermanos, se procurará
que en todo momento permanezcan en la misma tres y, excepcionalmente, un mínimo
de dos.
Fr. Emilio Rocha Grande ofm
Provincia Franciscana de Castilla
[1]
Cf. EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN, TEMAS PARA PROFUNDIZAR Y REFLEXIONAR,
Secretariado general OFM para la
Formación y los Estudios, Roma 1996, 101-106.
Mientras que tuvimos en nuestra Provincia de Castilla una Fraternidad del tenor de la que Emilio Rocha ahora propone, yo reservaba todos los años algunos días para vivir en aquél remanso de paz y de belleza que es La Cabrera, que tanto ayuda a amansar el interior y elevar a Dios una oración de alabanza y gratitud.
ResponderEliminarEs una buena noticia que hermanos de marcada experiencia orante sigan tratando de hacer realidad para la nueva Entidad este tipo de presencias, las cuales la Orden tanto recomienda y que mantienen algunas de las provincias de Confres.
Si algunos viven radicalmente y en fraternidad algún rasgo de nuestra común identidad nos están ayudando a todos a no olvidar ninguna de las facetas de nuestro carisma. Gracias Emilio.
Me parece IMPRESCINDIBLE que vuelva a haber una casa de estas caracteristicas en el marco de la nueva Provincia, siguiendo con la plena tradición franciscana - no son cosas raras - y de las muchas que hubo, en tiempos, en nuestra geografia... Mas que donde, a pregunta es ¿quien se anima? (pero no para tres años...)
ResponderEliminarFray Julio ofm (Gilet)