Motivaciones
1. Motivaciones de los que se resisten al
redimensionamiento
a. La Provincia tiene su propia identidad
específica que hay que salvar.
b. Reducir las presencias disminuye el contacto
y la inserción entre la gente y, por lo tanto, debilita la pastoral vocacional
y el surgir de nuevas vocaciones.
c. Cerrar los conventos significa resignarse a
morir.
2. Motivaciones para los que apuestan por el redimensionamiento y
la reestructuración
a. En una época de rápidos cambios, vivir el don
del Evangelio y restituirlo al mundo, como hermanos y menores, nos exige un
discernimiento permanente, una seria revisión de nuestras opciones prácticas y
«la osadía de ensayar caminos inéditos de presencia y testimonio» (Shc 33).
b. «Una evaluación constante de nuestra vida es
requerida también por los síntomas de malestar que se producen en nuestras
fraternidades» los cuales «nos están hablando de la necesidad de purificar,
revitalizar, renovar nuestras presencias» (CdE
35).
c. El redimensionamiento y la reestructuración
se deben hacer no sólo por razones prácticas (somos menos), sino sobre todo
porque tenemos demasiadas obras, actividades y casas que impiden centrarnos sobre lo que es
esencial.
d. La revisión de nuestras estructuras es
necesaria, porque ellas están siempre y únicamente al servicio de la vida y de
la misión.
e. La apertura a los demás es indispensable para
sentirse responsables de las Entidades y de las zonas más pobres de la Orden.
Redimensionamiento y reestructuración
Subsidio del Definitorio General
Roma 2011
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