Vivo,
Señor, en mi desierto de angustias y miserias.
Vivo,
Señor, en mi desierto de infidelidades.
Vivo,
Señor, en mi desierto de penas e historias que me atan.
Vivo,
Señor, en un desierto en el que me cuesta trabajo
escuchar tu voz.
escuchar tu voz.
Libérame y
escucha mi voz que te llama.
Libérame y
sácame de mi Egipto.
Libérame y
abre mis ojos para buscarte.
Libérame y
tiéndeme tu mano fuerte.
Libérame y
condúceme a tu desierto, Señor.
En tu
desierto, Señor, quiero vivir de otra cosa que no es pan.
En tu
desierto, Señor, quiero ser fiel a tu Palabra.
En tu
desierto, Señor, quiero caminar dándote la mano.
En tu
desierto, Señor, quiero dar frutos y
hacer que
de mí manen amor y misericordia.
En tu
desierto, Señor, sé que encontraré tu Vida,
sé que
encontraré mi vida.
Entraré en
tu desierto, Señor.
Me
despojaré de todo lo que me oprime.
Dejaré que
me hables y me seduzcas.
Porque
quiero hacerme fuerte en ti.
Porque
quiero en tu desierto, Señor,
tener las
manos disponibles
para abrazar
tu Cruz.
Espero que nos sea más fácil el proceso que el aprender el indio.
ResponderEliminarJosé Martín